30.10.06

Para,pa,pa,páaa...


Caigo, por aquellas cosas del azar, a comer en un McDonalds es Sábado, buscando precisamente eso, fast food. Solo la cola ya es una experiencia singular, es tal el frenesí al otro lado de el mostrador que, sin quererlo, estoy nerviosa y tengo que hacer un esfuerzo cuando llega mi turno para no gritar mi pedido. La chica se equivoca practicamnte en todo, normal siendo el ambiente el que es, curioso si tenemos en cuenta que no hace falta un esfuerzo intelectual para poner unas patatas, cocacola y hamburguesa, creo que acusa el mal ambiente. Una vez sentada en la mesa y delante de dos menús veo que por 14,65€ tengo ante mí, dos refrescos grandes, dos paquetes de patatas fritas grandes y sus correspondientes salsas, una caja de 6 porciones de trocitos de pollo rebozado, dos enormes hamburguesas y muuuuchas bolsitas de ketchup y mostaza, todo bien empaquetadito. Despues de 5 minutos la basura generada es impresionante, el estomago se me ha llenado enseguida y no me acabo el ´menú, con lo que más de la mitad va a la basura. Me viene a la cabeza el documental "Super size me", en el que el chico se alimenta de fast food durante no sé cuánto tiempo y acaba gordo y con problemas de salud. Crítica a la dieta americana, etc. http://www.supersizeme.com/
http://www.mcvideogame.com/why-eng.html
Escribiendo esto me acuerdo de "No Logo", libro en el cual tambien se le da un repasito a todas estas cositas que tienen las grandes compañías y que es muy recomendable leer. Hace que te refrenes un poco en la voragine consumista.
En fin, no se puede decir de ese agua no beberé... y ese curá no es mi padre, pero yo de momento estoy servida. Ciao Ronald!!

27.10.06

Blablablabla

Tengo una amiga que está muy contenta, ¡por fín se puede dedicar a estudiar! y compaginarlo con un trabajo insulso, que no requiere ningún esfuerzo, pero que es de media jornada y está a media hora de casa. Todo bien si no fuera porque... su compañera nunca, nunca, se calla. Habla y habla de todo, sepa o no sepa, interrumpe si mi amiga quiere decir algo, levanta la voz para que ella se calle, opina de todo, ella siempre más, más interesante, más veces, más lejos, más viajera, más trabajadora, más...
Luego sale de la oficina y todavía tiene en la cabeza blablablabla, llega a casa con el blablabla y se acuerda de los monjes budistas. Cómo ellos dedican toda su vida a encontrar el vacio, poder acallar el parloteo mental. Me pregunto ¿que harían si ese parloteo no les fuera el propio?¿no fuera el ir y venir de nuestras propias ideas e inquietudes , pero la chachara constante y vacía de otra perosna? ¡Un remedio por favor!

23.10.06

Quería ponerte esto...


Pero luego he pensado ...

Es igual de rojo, pero MÁS GRANDE.

The Black Dalia

O como Brian de Palma, cineasta experimentado, cree que hacer cine negro es poner a fumar a todos los actores cigarrillos sin filtro, hacer que ellos lleven sombrero calado hasta las cejas y ellas collares de perlas y dejar que se filtre por las ventanas el sol acuchillado por las persinanas de láminas.
¡Que me devuelvan mis 6,5€, ladrones!

18.10.06

Los Murcianos... no todos.

Primero aclararé que cuando digo murcianos, me refiero a aquellos que encontré en el camping y no a todos los nacidos en Murcia. Estos en particular eran portadores de un retrogen neanderthal que los hacia objeto de un comportamiento básico y tribal (tv dixit), y que tenía como elemento vertebrador... el fuego, como no podía ser de otra manera. A esto habia que sumarle el hecho de, valga la redundancia, ellos mismos sumaban ¡17!, y añadirle que estaban situados justo en la parcela de abajo, con lo que podías oir hasta un alfiler cayendo dentro de su carabana. Así que pude disfrutas de los jocosos comentarios de Pepe, los chillidos de Mayte (creo que no sabía bajar de tono) las risas de Lucia y los constantes lloros de Laura entre muchos otros. Y es que siguiendo con el teorema del retrogen el menor de los miembros tenía 3 años y el mayor probablemente 5o, ¡lastima haberme perdido ése trozo de canción cuando soplaba las velas el segundo día conincidiendo con su cumpleaños y con la hora de la siesta para postres!
En fin, un contraste fuerte de murcianos y naturaleza. Como guinda final, el último día pudimos contemplar con horror cómo al entrar en el resturante del camping (recomendable) había preparada una mesa interminable, y cómo una vez sentados, empezaron a entrar y a sentarse... ¡los murcianos! hasta el último momento.
He de decir que, salvo lo molestos que eran por lo ruidoso, eran una gran familia disfrutando de eso, de estar en familia.


17.10.06

El barranc de l´infern


Una escalera que no tiene un principio visible, ni un final.
Podría ser el escenario de un cuento, una novela de aventuras.
Asomada al barranco, veía aparecer y desaparecer trozos escalera por alguna loma de la montaña, aquí y allá, inconexos, rústicos, algunos escalones muy marcados, otros apenas subían del suelo, entre la maleza, se estrechaba a medida que se alejaba de la vista efecto de la perspectiva, zigzagueaba subiendo, serpenteaba bajando. 8.000 escalones, me dijeron, en total. Preciosos todos y cada uno, hechos por manos trabjadoras, por aquellos moros que éramos nosotros antes de ser cristianos, para recoger almendras, algarrobas, cerezas... porque a los dos lados del barranco hay pequeñas terrazas con almendros, algarrobos o vacios, que aguantan y civilizan lo salvaje. Recuerdan cuánto sudor ha hecho falta para poder ver todo esto a través de los ojos de un paseante.

16.10.06

La Vall de Laguar









Otra vez la naturaleza sorprende, más próxima que nunca. A una hora y media desde la puerta de casa hasta la tienda montada está este rinconcito mágico, de una belleza mediterránea clásica, de la de higueras y algarrobos, uva, lavaderos antiguos de ropa, esccaleras de piedra interminables, almendros, huertecitos, casitas, campanarios... todo envuelto en silencio, en olor a tierra mojada. No hace falta más para estar feliz. Una buena cervecita a media tarde en el camping, paseos más largos o más cortos con el perro, parando a comer almendras o nueces, higos...
Naturaleza, lectura, compañia, paseo.
Y todo con la diversión de estar de camping.

9.10.06

LOST, o como transformar un fin de semana de camping en una telemaratón.

Nunca nada tan peligros ha podido parecer tan inocente. Sobre la mesa del comedor descansaban los CDs con las dos temporadas completas de LOST, latientes, esperando a que una mano inocente los metiera en el Dvix para poder desplegar todo su poder y dejarnos ipnotizados frente al televisor todo el fin de semana... para acabar de incrementar la barbarie, ni tan siquiera me gusta pero ¡necesito saber qué pasaaaaa!

3.10.06

Mañanitas mediterraneas

Todas las mañanas paro en la parte posterior del mercado central a esperar el bus que me llevará al trabajo, allí todo tiene otro ritmo. Cuando llego huele a pescado incluso antes de haber cruzado la calle, las palomas ya están frenéticas volando de un tejado a otro porque las campanas hace poco que han sonado y parece que no se acostumbran nunca a ese sonido que, seguro que hace un siglo, anuncia lo mismo. Hay furgontes de reparto grandes y pequeñas mal aparcadas por todas partes, no paran de pasar autobuses de colegio que me recuerdan a mí de pequeña esperando para ir al cole... incluso junto a mí gente con carros llenos porque ya han hecho la compra esperan para volver a ... es un momeno bonito por estar cargado de cotidianidad. Y la luz anaranjada que empieza a asomar por detrás de las cúpulas del mercado... hasta el hecho de ir a lo absurdo como es un trabajo carente de todo estímulo puede tener su parte de romanticismo.
Me pregunto ¿cuánto tiempo aguantó así Benedetti?