La piscina municipal ¡qué sorpresa!

Y sorpresa en varios sentidos; la del parque del oeste esta muy, pero que muy bien como instalación, salvo por le hecho de que al llegar la tarde de verano el agua está calentita, calentita... y eso en una piscina pública a mí me induce a pensar en orines ajenos.
Por otro lado, parafraseando al personaje del libro que actualmente leo, Shanti Andía, diré... "me gusta mirar, tengo la avidez en los ojos; me quedaría contemplando horas y horas el pasar de una nube o el correr de una fuente... Muchas veces me he figurado ser únicamente dos pupilas". Así que en una piscina municipal de un barrio clase obrera multicultural se puede decir que con esta "afición" hice "el agosto".