Vuelvo a tropezar una y otra vez en el mismo punto y además durante ciclos que empiezo a detectar que son anuales. De nuevo en la encrucijada ¿hacia aquí?¿hacia allí? Bill Murray no habría estado más entretenido intentado superar su día de la marmota como yo de pasar por encima de una vez del tener que buscar trabajo año tras año... es desesperante tener que reestructurar todo, desde la economía doméstica (primero y principal) hasta los horarios, etc... Lo curiosos es que no me preocupa tanto como me aburre, las tediosas entrevistas de trabajo arriba y abajo, los tests que me niego a hacer y por tanto es una oportunidad que yo misma desestimo. Me empiezo a sentir como Novecento, el presonaje de Baricco, que sé andar erguida aunque el barco de tumbos y será que al final se trata de eso.
Escribo lo que pienso, por tanto, como no escribo, no pienso. Este silogismo absurdo me ronda esta mañana la cabeza y creo saber por qué. Anoche escuchaba que cuando los primeros pobladores occidentales en EEUU empezaron a invadir las tierras indias y a masacrar sus pueblos lo hacían porque previamente habían razona que: "los Indios no tiene alma, si no tienen alma no existen, si no existen es que no están ahí..." a raiz de este comentario ayer me acordaba de una conversación mantenida hace ahora un par de años con una chica de Dinamarca, me contó que allí son protestantes y no tiene todo un cuerpo burocrático al servicio del Señor para que interceda por ello. Hablan directamente con Dios. Me gustó hablar con alguien que vivía en presente aquello que se aprende en los libros de Historia y que fué preludio del sistema que nos acontence. Pero, al mismo tiempo, fue la sentencia de muerte para muchos indios. En aquellas coloniaas que pertenecían a los españoles de entonces sí se protegió al indigena porque así lo consideraron unos religiosos... la historia la escriben los ganadores una vez más.
