3.12.06

Los tiempos cambian, o de como seguimos siendo inconscientes (II)


James Bond nos vende coches, portatiles vaio, relojes omega, y algo a lo que sí podemos aspirar todos nosotros... que es ¡un móvil!. Creo que el mayor aplauso de todos se lo debería de llevar el/los guinistas, ¿cómo poner una cadena de productos en una pelicula sin asfixiar al espectador?o no importa, asfixiandolo pero que los vea todos. Así en esta película hemos visto que 007, un hombre inigualable por sus infinitos recursos, no podría haber sobrevivido sin el móvil (ese jaguar, como ya comenté, del proletario). Para no perder detalle, nos lo enfocan de cerca, primer plano. Sony-Ericsson. Desde ese momento 007 se desdobla en Daniel Craig por un lado (que me traigan uno los Reyes Magos) y su móvil por el otro. Los otro sproductos esponsorizan y dan glamour al poersonaje, el móvil nos lo venden directamente. Yo no puedo aspirar a un jaguar, a pasear en mi amor por las playas paradisíacas o Venecia, ni a vestirme de gala, pero me puedo comprar un móvil como el que tiene Bond, James Bond, o su chica, o el malo que lo usa para avisar de la entrega del paquete, o la mujer del malo, que así sabe que puede pasar la noche con Bond. O el MI6, que através del mismo saben incluso cuándo sufrirá 007 un paro cardíaco. Todo esto junto con los puntos que me regala Vodafone por hacerlos ricos me incita al consumo de un nuevo objeto que en realidad no me hace falta. ¿resistiré?

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