3.10.06

Mañanitas mediterraneas

Todas las mañanas paro en la parte posterior del mercado central a esperar el bus que me llevará al trabajo, allí todo tiene otro ritmo. Cuando llego huele a pescado incluso antes de haber cruzado la calle, las palomas ya están frenéticas volando de un tejado a otro porque las campanas hace poco que han sonado y parece que no se acostumbran nunca a ese sonido que, seguro que hace un siglo, anuncia lo mismo. Hay furgontes de reparto grandes y pequeñas mal aparcadas por todas partes, no paran de pasar autobuses de colegio que me recuerdan a mí de pequeña esperando para ir al cole... incluso junto a mí gente con carros llenos porque ya han hecho la compra esperan para volver a ... es un momeno bonito por estar cargado de cotidianidad. Y la luz anaranjada que empieza a asomar por detrás de las cúpulas del mercado... hasta el hecho de ir a lo absurdo como es un trabajo carente de todo estímulo puede tener su parte de romanticismo.
Me pregunto ¿cuánto tiempo aguantó así Benedetti?



1 comentario:

Anónimo dijo...

ESPERO QUE TU PUEDES COMPRENDER:
Non ci si isola per superiorità, ma ci si mette da parte quando ci si accorge di essere esattamente come gli altri e di non avere quindi nessuna necessità di scambiare esperienze. Spesso penso che gli altri non si rendano conto di come sia il nulla a cementare le loro relazioni ...