20.9.07

La Juli ha vuelto.


Julia Otero ha vuelto a mis tardes, a las que mi cotidianidad me permite.
La Juli, que tanto me acompañó cuando estaba en aquel taller de confección, negocio familiar, desde bien joven, porque la situación económica en la familia no nos permitía jugar a ser adolescente. Fué entonces un referente. Me avivó la inquietud intelectual cuando mi entorno era de música pachanga de antaño, de cotilleos del corazón (ya estaba tómbola), de roles fijos de esos que hay entre el hombre y la mujer. Su radio me ayudó a no dejarme enfangar.
Su nueva entrada me ha permitido hacer revisión de estos últimos(bastantes) años. Curiosamente, ni el transcurso de los cumpleaños, ni cualquier otro tipo de celebración familiar, había tenido en mí este efecto. Así y como es lógico, me veo más mayor (ya peino canas), mas madura... etc. Pero sobretodo, la sensación de que, dentro de lo que nuestro sistema nos permite, yo llevo mi vida. Tengo sentido crítico, y decido en base a mis propias necesidades... Esto, evidentemente, lo he conseguido yo, nada tiene que ver la locutora. Es, en todo caso, como el alfiler que se clava en un plano en el corcho para señalar la ciudad, el rio, el momento.
¿Tendrá algo que ver con el eterno retorno?
quiero pensar que no ¡qué horror!
En todo caso denota poca diversidad, pero eso es ya otra historia.

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